27 de febrero de 2014
Jueves de la Séptima Semana Durante el Año
Lecturas:
Santiago 5, 1-6
/ Salmo 48, 14-20 ¡Felices los que tienen alma de pobres, porque
a ellos les pertenece el Reino de los Cielos!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
9,
41-50
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les aseguro que no quedará sin recompensa el
que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a
Cristo.
Si alguien llegara a escandalizar a uno de
estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello
una piedra de moler y lo arrojaran al mar.
Si tu mano es para ti ocasión de pecado,
córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a
la Gehena, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado,
córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus
dos pies a la Gehena. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo,
porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado
con tus dos ojos a la Gehena, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Porque cada uno será salado por el fuego.
La sal es una cosa excelente, pero si se
vuelve insípida, ¿con qué la volverán a salar?
Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz
unos con otros.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
¿Cómo leerán los ricos inmisericordes estas
palabras?:
«Ustedes,
los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque
sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla.
Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra
ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas,
ahora que es el tiempo final! Sepan que el salario que han retenido a los que
trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha
llegado a los oídos del Señor del universo. Ustedes llevaron en este mundo una
vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la
matanza. Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera
resistencia» (1L).
¿Cómo predicarán sus sacerdotes estas
palabras?:
«Este
es el destino de los que tienen riquezas, y el final de la gente insaciable.
Serán puestos como ovejas en el Abismo, la Muerte será su pastor»
(Sal).
Recordemos que «Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen
fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo
arrojaran al mar»
¿Cuántos pequeños (sencillos, ingenuos,
humildes y pobres) han sido abofeteados por el escándalo de gente de Iglesia
que justifica el uso y abuso de la riqueza?
Que
nuestras manos compartan, que nuestros pies se dirijan hacia el necesitado, que
nuestros ojos te vean en quien sufre, Señor. Así sea.
Buscando con Paz,
Amor y Alegría entender lo que dice el Señor y ponerlo en práctica,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario