21 de Agosto de 2015
Viernes de la Vigésima Semana Durante el Año
Lecturas:
Rut 1, 1-2. 3-6. 14-16. 22 / Salmo 145, 5-10 ¡Alaba, alma mía, al
Señor!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 34-40
Cuando los fariseos se
enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en ese
lugar, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a
prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?»
Jesús le respondió: «Amarás al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu.
Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al
primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen
toda la Ley y los Profetas.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Toda la
Biblia, o «la Ley y los Profetas», dice
nuestro Maestro y Señor, depende o tienen como fundamento el amor: a Dios y a
todos…
Algunos
interpretan de una manera o de otra las Escrituras…
O critican
lo que entienden otros en ellas…
Pero pocos,
muy pocos, se dedican, de verdad, a hacer un intento real y profundo por vivir
el Gran Mandamiento: ese que todos entendemos, que es lo único en lo que no
caben dudas acerca del contenido de la Biblia, pero que da la impresión que no
es así o que no hemos captado su importancia…
Que no se
nos olvide que, cuando se trata de la fe en ti, Señor, no necesitamos tanto el
cerebro como el corazón. Así sea.
Intentando hacer los cambios necesarios
para que, alimentados del pan de Vida, podamos ser testigos de Paz, Amor y
Alegría para el mundo,
Miguel
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